En una terapia de grupo un personaje termina de contar su problema, el guía de la terapia pregunta si alguien quiere contar su problema, nadie responde.
Saltamos a un comedor donde Isabel, una mujer depresiva, alcoholizada, se queja de sus problemas, una lámpara toma vida y se presenta como su Autoestima. La Autoestima le dice lo que tiene que hacer para estar mejor, pero Isabel se revela.